martes, 15 de noviembre de 2011

ENSAYO GEOBIOLOGICO DE VIÑAS EN MENORCA

A continuación os relatamos una experiencia muy interesante de como, a través de la armonización energética, podemos intervenir en los cultivos en general y en este caso en el particular de las viñas, abriendo importantes expectativas de mejora en la calidad y en la fortaleza frente a plagas. Como tal la experiencia sigue abierta analizando la evolución futura.

El año 2008 iniciamos un experimento consistente en instalar un armonizador energético en un campo de viñas recién plantadas para comprobar si, con su ayuda, las viñas tenían un desarrollo más óptimo.

 En un terreno de 1.000 m2 (24m x 40m), separado en su mitad por un muro de pared seca (ya existente previamente), se plantaron 500 cepas de pie americano; 250 en cada una de las dos zonas, idénticas entre sí y separadas por el muro de piedras, a las que denominaremos Zona A y Zona B.

Tras la plantación, en invierno de 2008, se realizaron diversas mediciones energéticas mediante radiestesia que dieron como resultado los siguientes datos: una polaridad térmica de tipo dinámico (excesiva energía dinámica frente a una ínfima energía de tipo pasivo, imprescindible para asegurar una buena concentración de azúcar en la uva), una baja cualidad energética, una importante carencia de energía vital y ausencia de geopatías y tecnopatías.

Realizado el análisis, se instaló en el muro de pared seca una “pared energética” vertical mediante reguladores para asegurar que las intervenciones de tipo energético realizadas en la Zona B no afectasen a la Zona A, pues el objetivo era trabajar sólo energéticamente en una de las zonas (el riego, abono biológico, control biológico de plagas, etc. se realizó y se sigue realizando por igual en ambas zonas) y comparar los resultados.

Tras la creación de la “pared energética”, se buscó el centro energético de la Zona B, donde se instaló un armonizador energético creado ad hoc.

A los 5 meses de la plantación de las cepas, se realizó un injerto de la variedad Gargollassa (tipo de uva propio de las islas Baleares). A finales de 2009 se comprobó que el número de injertos efectivos había sido muy superior en la Zona B que en la Zona A y que el grosor de los troncos era unos milímetros superior en las cepas de la Zona B.

Poco después se detectó la aparición del hongo Mildiu en todas las viñas y se observó que las cepas de la Zona B, las tratadas energéticamente, habían sido menos afectadas por la plaga que en la Zona A; el tratamiento contra la plaga fue mediante caldo bordelés (además, las viñas fueron rociadas con caldo de ortiga).

Tras una nueva medición energética, se modificó el armonizador para preparar las viñas para la floración y producción de uva.

En octubre de 2010 se realizó la vendimia y se detectó una cantidad levemente superior de uva recogida en la Zona B con respecto a la Zona A.

En la primavera de 2011, tras una nueva medición, se decidió mantener el armonizador sin cambios. Y en octubre, al realizar la vendimia, se volvió a detectar una cantidad levemente superior de uva recogida en la Zona B con respecto a la Zona A.

El próximo objetivo es comprobar la calidad de las diferentes uvas, que empezaremos a explorar tras la vendimia de 2012.

Jordi Monner

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